El mundo se sigue moviendo y la actividad comercial tiene que seguir su curso para que la economía siga girando en los términos que son necesarios. De lo contrario, nos volveríamos a encontrar con una situación como la que vivimos hace no mucho: con una economía que no genera dinero y que destruye de manera tremenda más y más puestos de trabajo. Está claro que hay que garantizar el funcionamiento y el movimiento del dinero… pero sin dejar de lado algunas otras cosas de la máxima importancia, como lo puede ser el cuidado de nuestro medioambiente.
Las empresas tienen que seguir funcionando para proporcionar puestos de trabajo y generar ingresos que después se van a convertir en inversiones, pero tienen que producir de una manera que sea ecológica y que no destruya el entorno en el que se enmarca el ser humano. De lo contrario, la especie humana tendría los días contados y de nada serviría que lucháramos por conseguir una mejora económica. Ser conscientes de todo lo que estamos comentando es básico para que se siga viviendo en pueblos y ciudades que no impliquen riesgos para la salud. Algunas ciudades ya son un verdadero riesgo para ello.
Es cierto que nos hemos interesado, en general, por mejorar en lo que tiene que ver con el respeto por el medioambiente. Y lo hemos hecho todos: las personas, las instituciones y las empresas. Eso nos ha hecho analizar con más detalle qué es lo que hacen especialmente las empresas que se encargan de fabricar materiales con según qué materias primas. Esta vigilancia por parte de la sociedad (y de los Gobiernos, dicho sea de paso) es muy positiva porque nuestra que ya somos plenamente conscientes de que cualquier acción que degrade nuestro entorno puede implicar una pérdida en nuestra calidad de vida y en la de todas aquellas personas a las que queremos y que se encuentran a nuestro alrededor.
Son muchas las empresas con las que hablamos y que nos cuentan una cosa muy interesante: que, cuanto mayor es la apuesta por el medioambiente en sus procesos de producción, mayor es la cantidad de clientes y pedidos que reciben. Pérez Linares ha sido una de ellas. Según nos dicen desde sus puestos de dirección, el hecho de utilizar plástico biodegradable en su proceso de producción ha sido una de las claves que ha llevado a elevar la imagen de marca y mejorar la cantidad de gente que tiene en les consideración a la hora de realizar compras.
En la misma situación se encuentra, sin duda, un enorme elenco de empresas. Es cierto que muchas de ellas han empezado a luchar por el medioambiente y que eso ha repercutido de una manera muy positiva en su imagen. Realmente, tenemos la sensación de que la apuesta por el cuidado de nuestro entorno es un ‘win-win’, que todos y todas salimos ganando con ella. Las empresas mejoran su imagen y los seres humanos mejoramos el entorno en el que vivimos, haciendo que con ello se desarrolle de una manera muy poderosa nuestra calidad de vida y nuestra salud.
¿Qué posición ocupa España en materia de cuidado del entorno?
Nuestro país, sin ser el mejor del mundo, es reconocido como uno de los que más interés tiene en este sentido. Según una noticia que fue publicada en la página web Muy Interesante, España es el séptimo país que más se preocupa por el medioambiente en todo el mundo. Aunque estamos hablando de una noticia que data del año 2015, es un orgullo que estemos entre esos países que más cuidan de la naturaleza. Ojalá que nunca nos saquen de esas primeras posiciones, porque la verdad es que querrá decir que estamos haciendo muy bien las cosas aquí.
Hay otras noticias recientes que revelan que España sigue ahí. Según la agencia de noticias Europa Press, nuestro país es el octavo en el que más personas han cambiado sus hábitos diarios con el objetivo de proteger más y más el entorno en el que se encuentran. Y ojo, que esta noticia ya es del año 2020 y viene a decirnos que no solo seguimos siendo una referencia en el cuidado de nuestra Tierra, sino que además ya tenemos una amplia experiencia en todo lo que tiene que ver con una actividad que es idónea para vivir, para respirar en condiciones y para que nada nos pueda hacer de nuestra vida algo peor.
El futuro tiene que ser todavía mejor. Y, en este país, estamos preparados para afrontarlo con las mayores garantías posibles. Sería un peligro que hubiera una buena parte de la población que no se sumara a las diferentes actividades con las que se cuida de nuestra madre Tierra. Pero tenemos suerte en ese sentido los españoles y las españolas. Tanto la gente como las empresas y las instituciones nos hemos puesto a trabajar en ello y así va a seguir siendo.
