El ritmo acelerado que llevamos en la sociedad moderna hace que los padres muchas veces tengamos el tiempo justo para ocuparnos de los estudios de los hijos. Además, aunque tengas tiempo, en muchas asignaturas te costaría un mundo ponerte a tono. Si es que con las calculadoras ya uno no se acuerda casi de dividir, como para afrontar operaciones más complejas.
Buscando un apoyo para nuestros dos hijos, dimos con la Academia Pupilos en Sevilla, una academia que nos la recomendó la madre de uno de los amigos de mis hijos. Su opinión fue tan buena sobre ellos que nos entrevistamos con el jefe de estudios para saber más de ella.
Nos explicó la manera de funcionar y su vocación de dar apoyo de forma continua a alumnos y estudiantes de todo tipo de niveles para darles un refuerzo de calidad que ayude a que mejoren sus notas. Lo bueno es que siguen de manera personalizada el rendimiento que da cada alumno, lo que hace que puedan trabajar las debilidades en las asignaturas que tiene el alumno para superar con nota las materias que más le cuesten. Algo interesante es que en la academia tienen aulas de estudio donde pueden resolver sus dudas.
Prearan todas las asignaturas de Primaria, ESO, Bachillerato, Selectividad y Ciclos Formativos de Grado Superior. El número de alumnos no es mayor de 8 alumnos en cada grupo lo que nos gustó, pues así se da una mejor atención y se puede seguir mejor al alumno. Todavía recuerdo en mis años de estudiante cuando ibas a la Academia con 14 alumnos en clase, casi como en el instituto.
Nuestros hijos han tenido una mejora ostensible en su rendimiento
Al final, hemos ido viendo como el rendimiento de nuestros hijos ha ido mejorando, sobretodo en materias como Matemáticas o Física y Química que para ellos parecían asignaturas malditas. Antes o después hay que aprobar estas asignaturas, por lo que como les decía, tenéis que aprobarlas y así no las veréis más.
Ellos son de letras y quieren ser periodistas, pero como yo les digo, es bueno saber de todo y todo suma. Todavía están al comienzo del Bachillerato y no son conscientes, pero en breve se darán cuenta que cuantas mejores notas saquen, más fácil tendrán luego el acceso a la carrera que ellos deseen cursar.
Lo bueno, es que ellos mismos se dan cuenta de lo bonito que es comenzar a sacar buenas notas y que los profesores les den la enhorabuena por su mejora en el rendimiento académico. Al final el trabajo duro tiene sus frutos y se nota realmente cuando uno hincha bien los codos y se esfuerza por mejorar.
Si tenéis problemas con vuestros hijos relacionados con su rendimiento, mi consejo es que busquéis una academia buena y les apuntéis a clases. Es la mejor manera existente para ayudarles si vosotros no contáis con los conocimientos o el tiempo necesario para ayudarles en sus tareas. Buscad profesionales que realmente tengan prestigio y haya buenas opiniones sobre ellos. Al final se nota la diferencia.