Existen muchas situaciones por las cuales, llegado el momento, es imposible hacerse cargo de las personas mayores, y a pesar de que esto pueda ser una situación dolorosa, hay que saber reconocerla. Porque al fin y al cabo los motivos por los que se opta por los servicios de una residencia geriátrica suelen ser los mismos.
Por un lado, está la familia con cargas que no puede hacerse cargo del abuelo o abuela cuando éste tiene necesidades específicas. Por otro lado, está la familia que no tiene sitio en casa y deciden entre todos que la mejor opción es una residencia geriátrica. Y por último están los hijos que quieren apartar a las personas mayores de su entorno, esta situación sigue ocurriendo a día de hoy, y es cuanto menos incomprensible apartar a una persona de su núcleo familiar sino hay consentimiento alguno.
Muchas de las personas que se ponen a buscar una clínica geriátrica para las personas mayores no saben en que fijarse, y es algo totalmente comprensible, porque no estamos habituados a buscar clínicas de este tipo para nuestra pareja o hijos. A la hora de buscar una residencia geriátrica hay que tener en cuenta varios factores que vamos a comentar, ya que de otra manera se pueden cometer errores que pueden afectar a la vida de la persona mayor de manera significativa. En el artículo de hoy vamos a comentarlos y a explicarlos para que no ocurran.
Presta atención a los siguientes puntos
A la hora de buscar una residencia geriátrica hay que tener en cuenta cuándo no es la mejor opción. Y esto ocurre cuando se puede vivir perfectamente en un domicilio en lugar de en una residencia de ancianos. Hay que meditar si es la solución correcta o no, ya que en el caso de que meter al anciano en una residencia se pueden dar problemas en el ámbito familiar.
En segundo lugar, y una vez que se tiene clara la decisión de utilizar los servicios de las residencias de ancianos, hay que buscar para encontrar una que encaje perfectamente a las necesidades de la persona mayor. Existen muchas clínicas a lo largo del territorio nacional, y muchas de ellas cumplen estrictos controles de calidad, como es el caso de Sanvital, una residencia de ancianos en Madrid que ofrece niveles de asistencia personalizada, estando atendido las 24 horas por un equipo humano muy cualificado.
En tercer lugar, hay que contar con el apoyo de la persona mayor, ya que esta decisión puede ser traumática. No olvidemos que la edad no hace olvidar el dolor, es más al contrario, lo acrecienta porque la persona mayor puede sentirse sola y su deterioro se acelera de manera considerable.
Hay que evitar juegos como el chantaje emocional o el engaño, lo que hay que hacer es hablar claro, y plantear la situación como una solución, y también decir en su caso si es posible revertir estas situación o no. Además, el engaño puede generar un odio por la familia, y eso es algo no deseado.
En conclusión, las residencias de ancianos son en muchas veces necesarias, pero hay que atender a qué situaciones merece la pena utilizarse con las personas mayores.