Son varias las actividades económicas que podríamos decir que tiran del carro en el interior de nuestras fronteras. La economía española ha variado en parte desde que llegara la crisis económica del año 2007. Hasta entonces, el sector de la construcción era el que dominaba de una manera primordial sobre todos los demás. Pero las cosas han cambiado de lo lindo. Ahora, la construcción sigue siendo importante, es verdad, pero el turismo le ha adelantado por la derecha… y la hostelería ha hecho lo propio. También hay que decir que otros negocios, como la logística, también han experimentado mejoras importantes de un tiempo a esta parte.
En los párrafos que siguen, os queremos hablar de la hostelería, una de las grandes actividades económicas de un país de bares como lo es el nuestro. Estamos hablando de una de esas actividades de las que se ha hablado largo y tendido tras la pandemia, principalmente porque ha sido una de las más afectadas en un momento como al que nos estamos refiriendo como consecuencia directa de las restricciones que las autoridades públicas se vieron obligadas a imponer para evitar los contagios masivos por coronavirus. Pero eso ha pasado y los bares y restaurantes españoles han vuelto a conformar un sector en crecimiento y con mucho futuro.
No todo el mundo es tan optimista. Algunas de las personas que se dedican profesionalmente a un sector como del que estamos hablando dicen que las cosas no están igual y que situaciones como el encarecimiento en el precio de los alimentos y suministros está pasando factura. Es cierto que el país y Europa en general se ha tenido que enfrentar a una situación difícil en los últimos tiempos, pero lo cierto es que siempre ha habido maneras de combatir estas situaciones. Y, en España, os podemos asegurar que ha habido negocios ligados al mundo de la hostelería que han encontrado la manera de seguir compitiendo en este mercado.
Quien se queja lo hace con ciertos argumentos, eso es completamente cierto. Por poner un ejemplo, os vamos a mencionar una noticia publicada en la página web EFE Agro en la que se comenta que España ha perdido 7 bares al día desde hace una década y 7.000 en total durante la pandemia. La verdad es que no son buenos datos para un negocio como este y tampoco lo son para la economía española, que como sabéis tiene reservada una importancia muy grande al negocio de la hostelería. No han sido tiempos fáciles, pero la capacidad de competir siempre ha estado en manos de los propietarios de empresas como de las que estamos hablando.
¿Cómo han hecho los dueños de los bares y restaurantes españoles para seguir compitiendo en un momento tan difícil como el que nos ha tocado pasar durante la pandemia? Una de las apuestas ha sido la de realizar reformas en lo que respecta al diseño de sus espacios. Nos han indicado desde Nagoa Studio que la tendencia en este sentido ha sido la de un diseño moderno, acogedor y que también ofrezca a los clientes cierta intimidad, muy al estilo de los bares y restaurantes que podemos encontrar en complejos hoteleros. Y esta apuesta está dejando unos resultados que son del agrado de una gran parte del sector.
Y es que, en el mundo de la hostelería, es momento de que no siempre estemos centrados únicamente en el tipo de producto alimentario que ofrecemos y su precio. Que nadie nos malinterprete: eso sigue siendo importante y necesario, pero lo que queremos decir es que hay que ofrecer algo más, una experiencia. Y esto es lo que puede ofrecer ese nuevo diseño que tantos buenos resultados está generando y que está obteniendo la capacidad de llamar la atención tanto de las personas asiduas a un bar como de las que no lo son tanto. Sin duda, esta es una muy buena noticia.
Está claro que hay que hacer todo lo posible por mantener a la hostelería entre los sectores que más generan en el interior de nuestras fronteras. Hablamos de algo que pasa de lo económico a lo cultural. No es solo que esta actividad implique el movimiento de grandes dosis de dinero, sino que es una de las fuentes de ocio más importantes con las que contamos los españoles y las españolas. Por tanto, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para continuar promoviendo su existencia. En ocasiones es necesario que se acometan cambios en lo que tiene que ver con los negocios de ese sector y uno de ellos es el que tiene que ver con las reformas de los establecimientos hosteleros.
Según los datos que manejan desde El Blog Salmón, España va a seguir siendo un país de bares y camareros. Nuestro país, según esta página web, tiene 1 bar cada 175 habitantes y, en el año 2022, más de 1’7 millones de personas se dedicaron a una actividad como de la que estamos hablando. Para valorar la situación en la que se encuentra el sector, os podríamos decir que en 2022 el crecimiento en la facturación de la hostelería en comparación con el año 2020 fue del 25’8%. Sin embargo, se redujeron en un 24% si las comparamos con el año 2019. Como conclusión, podríamos decir que ya hemos empezado a dejar atrás los malos resultados de la pandemia, pero que todavía no alcanzamos lo que se generaba en 2019, algo que sí vamos a superar cuando salgan los datos definitivos de un 2023 que estamos seguros que ha terminado por dejar atrás la mala situación generada por el coronavirus.
Hasta lo más tradicional necesita cambios de imagen
Hay una cosa que está clara: hasta los negocios que tienen un cariz más tradicional terminan cansando si no renuevan su imagen. Y eso es extrapolable a la hostelería, como no podía ser de otra manera. No cabe la menor duda de que trabajar en un cambio hará posible que se hable de nosotros, que muchas personas deseen acudir a nuestras instalaciones a conocer de primera mano en qué ha cambiado nuestro espacio, nuestros servicios o los productos que servimos. Generar esa necesidad entre los clientes va a suponer un aumento de nuestros ingresos, que es de lo que se trata. E incluso es posible que consigamos revertir una tendencia negativa en lo que respecta a nuestros beneficios y que nos coloquemos como los líderes en nuestra área de influencia.
El refrán que apunta que hay que renovarse o morir es el que mejor explica una situación como de la que os estamos hablando. Y es que hay que comprender que todas las estrategias que desarrollamos para impulsar un determinado modelo de negocio tienen fecha de caducidad. Saberlo es la mejor manera de anticiparse a que nuestra estrategia se quede obsoleta para desarrollar otra que sí que se encuentre en línea con los tiempos que corran y nos permita obtener esos beneficios que tan necesarios resultan para darle algo de futuro a un proyecto empresarial. Si no somos capaces de llevar esto a efecto, vamos a tener problemas más antes que después.
La hostelería es uno de los negocios que mejor han puesto de manifiesto esa necesidad que existe de renovarse o morir. Son muchos los pequeños negocios que existen dentro de este campo y que han necesitado de nuevas maneras de trabajar y nuevas estrategias para salir adelante y encontrar la manera de triunfar en un sector en el que la competencia es tan grande y tan feroz. Las características de cada actividad económica son diferentes y habrá que ajustarse muchas veces a la realidad que juega en cada negocio y en cada mercado en concreto. Pero que hace falta cambiar cosas de vez en cuando es algo que pasa en todas las actividades económicas habidas y por haber.
Los bares y restaurantes que podemos encontrar en España tienen un margen de crecimiento que todavía es muy amplio y harían bien en hacer posible su desarrollo con el fin de hacer todavía más relevante su aportación al PIB y a la economía nacional. Es un sector estratégico y que debe seguir promoviendo todo lo que tenga que ver con su actividad y con la gastronomía de nuestro país, que se ha convertido en una de las más importantes del mundo y que tiene fans a lo largo y ancho de todo el mundo. Estamos seguros de que, con reformas como de las que hemos hablado, el objetivo se va a cumplir con creces.
Lo que es evidente es que las ganas que tenemos en España de seguir acudiendo a bares y restaurantes para disfrutar de nuestros momentos de ocio. Y es que es una gran manera de disfrutar de la gente a la que queremos y que siempre está ahí para lo que necesitamos. Ojalá que siempre tengamos la posibilidad de hacerlo y que tengamos una buena gama de bares entre los que elegir para vivir esos momentos. Sería la mejor indicación de que esa renovación de la que hemos venido hablando ha tenido éxito y que ha dado los frutos que se esperaban de ella.