La cuesta de enero se lleva la fama, pero la vuelta al colegio que vivimos en septiembre es el verdadero Tourmalet. Y es que llegamos después de habernos gastado todo en verano en las vacaciones, hemos realizado escapadas de fines de semana, seguro que nos hemos ido al pueblo a disfrutar de las fiestas patronales. Por medio habremos tenido barbacoas, fiestas y cañitas en garitos de moda. Y claro, luego llega el mes de septiembre y nos enfrentamos a la vuelta al colegio. Y los que tenemos hijos sabemos lo que nos toca.
Este año he tenido la suerte de ser padre. La verdad es que es toda una felicidad, sobre todo cuando ves la cara de la pequeña, pero poco a poco vas notando que aumentan los gastos. Nosotros tuvimos la suerte de que al principio solo tomaba leche materna, y eso se notaba en el gasto. Ahora bien, según la pequeña Mirella iba creciendo, fuimos notando que nuestra cuenta corriente fue bajando. Al principio fueron los pañales, las cremas, los potitos…pero la definitiva fue cuando comenzó a ir a la guardería y tuvimos el gasto propio, más la ropa, la equipación, los zapatos, el chándal, el material escolar. Sí, es la gran cuesta de septiembre, la temible vuelta al colegio.
Los gastos
Este año lo hemos notado más que nunca, la inflación nos ha hecho mucho daño y se ha notado. El nuevo curso escolar trae retos, desafíos… y muchos gastos: según la encuesta de OCU, en el curso 2022-2023 las familias gastarán, de media, 2.186 euros por hijo. ¿Cómo te quedas? La verdad es que es una barbaridad.
La cuesta de septiembre es empinada, más que las que han subido los ciclistas en el Tour de Francia. Tienes que contar con unos 500 euros por niño solo para equiparles con todo lo necesario, desde ropa y calzado a libros de texto y material. El gasto en libros de texto es, de media, unos 200 euros. Hay diferencias entre los tipos de centro, pero sobre todo entre los niveles de educación, como vemos en el gráfico.
Es cierto que en ropa solemos gastar mucho, pero hay que echar un ojo a páginas de Internet porque podemos encontrar buenas ofertas. Por ejemplo Catalinos es una empresa de ropa de venta al por mayor que lo suministra a otras pequeñas y medianas empresas donde puedes encontrar buenas gangas.
Consejos
Y después de hacer cuentas, es el momento de dar consejos. Bueno, en este caso nos fiamos de los que saben, de la OCU.
Comparar es la clave para ahorrar en la vuelta al cole, porque las diferencias de precios son notables en todos los productos. Busca, compara… y encuentra lo mejor. En este caso siempre decimos que mires por Internet porque puedes encontrar cosas muy chulas.
Antes de nada, revisa lo que tienes y haz una lista con lo que realmente necesitas. Nuevo curso no significa que todo deba ser nuevo: si una mochila está en buen estado, ¿por qué comprar otra?
Para huir de las tentaciones (que salen caras) trata de ir a comprar sin los niños, que se encaprichan fácilmente del estuche con su personaje favorito o las sudaderas de última moda.
Aprovecha las ofertas y descuentos. En las semanas previas a la vuelta al cole abundan las oportunidades y promociones, aunque conviene revisar bien si el descuento mejora los precios. Recuerda que a veces lo barato sale caro: si solo necesita 5 cuadernos, mejor olvidarse de esa super oferta de 10…
El consumo colaborativo puede traducirse un importante ahorro en este tipo de productos. En los últimos años han prosperado distintas iniciativas que favorecen el intercambio de ropa, libros y material escolar, con plataformas y asociaciones.
Cada vez hay más programas de libros gratuitos basado en sistemas de préstamo. Si no te queda otro remedio que comprar libros de texto, no olvides comparar los precios.
La vuelta al cole es un buen momento para recuperar buenos hábitos: animales a consumir fruta, frutos secos, leche, bocadillos caseros con pan integral…
Y esto pensando en que solo sea hijo único, pero en un hogar donde haya varios niños, el gasto se multiplica. La cuesta de septiembre puede hacerse realmente dura. Pero te hemos demostrado que es posible ahorrar y al mismo tiempo conseguir que a nuestros hijos no les falte de nada. Eso sí, hay que mentalizarse de que el año comienza el 1 de septiembre y no el 1 de enero.