La limpieza en el centro de trabajo tiene como propósito clave el de mantener todo en condición óptima y el de facilitar el uso de una cosa cuando así se requiera. Se trata de encontrar todo listo para usar en el momento que se necesite. La limpieza, es algo diario y no algo reservado para épocas puntuales del año, si bien es cierto, que han de reservarse algunas ocasiones, fijar unos días determinados para hacer limpiezas o desinfecciones generales y más a fondo. Mantenimiento y limpieza, son dos actividades a realizar cada día. No ensuciar, o ensuciar lo menos posibles, será en este sentido fundamental, para mantener el orden en el lugar de trabajo.
Los empleados y empleada deben intentar ensuciar lo menos posible en todo momento, y tratar de mantener el orden, por comodidad, pero también por seguridad, ya que las cosas que están fuera de su sitio, o impidiendo la libre circulación, pueden provocar accidentes. Pero las limpiezas a fondo, son cosas de profesionales, aseguran en Gadeslimp, una empresa líder en servicios de limpieza que nace en 1995 y en la actualidad, son todo un referente en el sector de los servicios integrales de limpieza y tratamientos de suelos. Aquí, únicamente emplean los mejores productos, profesionales y medios técnicos, a fin de satisfacer las necesidades y demandas de sus clientes.
Y es que dependiendo del suelo que haya en la estancia a limpiar, deberemos usar un tipo de producto y otro. Por ejemplo, en Tarimas Selectas recomiendan el uso básico de un jabón no abrasivo y agua para sus tarimas y, de hecho, desaconsejan cualquier otro tipo de producto pues podría dañar la estética del suelo.
El plan de limpieza de la empresa
Con el objeto de mantener el orden y la limpieza en el centro de trabajo la empresa ha de contar con un plan de actuación que incluya:
● Un objetivo claro: el de mantener los lugares de trabajo limpios y ordenados con el fin de conseguir un mejor aprovechamiento del espacio, una mejora en la eficacia y seguridad del trabajo y en general un entorno más cómodo y agradable.
● Un alcance definido, que afectará a todas las unidades funcionales de la empresa.
● Unos destinatarios que con carácter general serán todos los trabajadores de la empresa ya que debiera ser responsabilidad de cada trabajador el mantener limpio y ordenado su entorno de trabajo. El mando directo de cada área o unidad funcional será responsable de transmitir a sus trabajadores las normas de orden y limpieza que deben cumplir y fomentar hábitos de trabajo en tal sentido. Deberán asimismo realizar las inspecciones periódicas de orden y limpieza de sus áreas correspondientes. A título orientativo, en el cuadro 1 se presenta un cuestionario de chequeo para realizar una inspección de orden y limpieza.
● Unos medios materiales necesarios y puestos a disposición de los trabajadores o ubicados en lugares estratégicos a fin de facilitar las tareas encomendadas. Esos medios materiales comprenden tanto materiales y productos a utilizar, como contenedores o recipientes donde depositar los desechos residuales y, en su caso, recipientes especiales para residuos que generen riesgos específicos: tóxicos, inflamables, etc…
● Unos métodos de limpieza encaminados a garantizar que las operaciones de limpieza nunca generarán peligros ni para el operario que la realiza ni para terceros.
Así mismo, se crearán normas de actuación específicas para realizar operaciones de limpieza sometidas a peligros concretos, tales como limpieza de máquinas, limpieza de derrames de productos peligrosos, operaciones de limpieza en espacios confinados, etc.
Pero cuando hay un accidente, si se ha derramado un líquido, por ejemplo, entonces hay que proceder inmediatamente a su eliminación. Para crear conciencia entre los trabajadores y trabajadoras, es necesario promover hábitos de trabajo dirigidos a favorecer el orden y la limpieza. De no ser así, todos los esfuerzos puntuales, no habrán servido de nada. Si de verdad se quieren resultados, es necesario que exista orden y limpieza en todos y cada uno de los procesos.
Para fomentar los buenos hábitos de higiene en el entorno laboral, hay que tener en cuenta los siguientes requisitos:
● El apoyo de una dirección involucrada y comprometida en la consecución de tales objetivos.
● La asignación clara de las tareas a realizar y de los participantes en las mismas. Se debe decidir quién es la persona responsable de las actividades de orden y limpieza dentro de la organización.
● Integrar en las actividades diarias las tareas de organización, orden y limpieza, de manera que pasen a ser consideradas parte normal del trabajo y no algo ocasional y excepcional.
● El mando directo de cada unidad funcional será la persona responsable del cumplimiento de las obligaciones de limpieza y orden. En caso de que algún miembro de la organización los incumpla, debe comunicárselo a su superior y proceder a tomar las medidas oportunas.
Además, de manera periódica, una vez a la semana, como mínimo, se debe verificar que el área de trabajo esté lo suficientemente limpia y ordenada, y para dejar constancia de ello, habrá que hacer uso de los cuestionarios especialmente diseñados para llevar el control de la organización.