Si tuviese que definirme de alguna forma diría principalmente que soy una persona muy casera. Disfruto mucho de la tranquilidad de poder estar en mi casa y disfrutar de mis aficiones. La lectura, la cocina, el cine, las series de televisión e incluso el bricolaje ocupan mis horas de ocio. De ahí que cuando pude comprarme mi propia casa fuese casi todo un acontecimiento, ya que por fin tenía mi propio hogar para poder hacer todo esto que me gustaba. El problema llegó cuando me di cuenta de que en mi casa no me sentía especialmente tranquila. Y es que aunque los vecinos no hacían mucho ruido, sí tengo que reconocer que entraba bastante de la calle, algo que no sabía hasta que pasé allí unos días, porque no lo podía imaginar. No fue una de esas preguntas que se hacen a quienes te venden el piso.
La mejor solución, según los expertos, instalar ventanas con doble cristal y cámara aislante, y así lo hice: contraté los servicios de Aluminios Villafontana, una empresa que recomiendo totalmente. No obstante, también me han hablado muy bien de Aluminios Franco y de Ventanas Elche.
Y es que en la zona donde yo vivo en Madrid hay varios árboles en la calle donde han anidado unos pájaros muy bonitos pero muy ruidosos. Se trata de cotorras. Estos pájaros en realidad no son de aquí, sino que se importaban porque tienen unos colores muy vistosos y hay que reconocer que da gusto verlos. Son todo un espectáculo. Pero sus dueños, debido al gran ruido que hacían, especialmente en las horas de la mañana, decidieron ir deshaciéndose de ellos, echándolos a volar libre sobre todo por la parte de los parques grandes de Madrid, como es el caso de la Casa de Campo, la zona donde yo me compré la casa. Así, muchos han ido anidando por los árboles que hay en las calles y el ruido que hacen es insoportable. Como yo trabajo encima por la noche y aprovecho lo que puedo de las mañanas para dormir, no descansaba nada con ellos frente a mi ventana piando desde que salía la luz a las siete de la mañana.
Comentando esto con un amigo que se dedica a la construcción, me explicó que solamente tenía dos maneras de solucionarlo sin hacerles daño a los pájaros, que es algo que por nada del mundo deseo, ya que los pobres no tienen la culpa de que les resultasen molestos a quienes en un principio se habían responsabilizado de ellos al comprarlos. Pues bien, estas dos maneras eran llamar al Ayuntamiento de Madrid para que el departamento correspondiente viniese a llevarse el nido y por tanto desapareciesen esos pájaros del árbol que hay frente a mi ventana (algo que probé pero para lo que no logré resultado alguno) o directamente hacer un gasto cambiando las ventanas de mi casa.
Me decanté por esta segunda opción. Y la verdad es que al principio me costó mucho decidirme, ya que era un desembolso considerable cuando peor estaba económicamente después de haber dado la entrada para el piso y llevando ya unos meses amueblándolo, pero ahora con el tiempo puedo decir que fue una de las mejores decisiones que he tomado. Por encima incluso de la instalación del aire acondicionado o de la compra de una gran televisión para disfrutar del cine.
Un aislante del ruido pero también térmico
Y digo que estoy contenta con esta decisión porque tenía un beneficio mayor que no descubrí hasta que llegó el invierno. Y es que además de no escuchar ruido alguno ahora de los pájaros ni de los coches tampoco que circulan por mi calle, estas ventanas me están sirviendo como un gran aislante térmico y gasto muchísimo menos en calefacción. Es decir, que pagué las ventanas, pero ahora he conseguido reducir los costes en energía para toda la vida en esa casa, lo que me hace salir ganando a la larga.
En Aluminios Villafontana fabrican todo tipo de ventanas, pero también contraventanas, puertas de aluminio, cerramientos de terraza o porches, etc. Disponen de una amplia gama de perfilerías y colores a disposición de los clientes, que supongo que quedarán igual de contentos que lo estoy yo ahora.
Y es que estas ventanas de aluminio nos aíslan más y mejor de las temperaturas del exterior, y cada vez se utilizan más las perfilerías con rotura de puente térmico, ya que son las que mejores prestaciones térmicas nos ofrecen. Las perfilerías para cerramientos de aluminio que poseen rotura de puente térmico son 2 perfiles independientes (exterior e interior) unidos por una pletina de poliamida, que hace de cámara aislante entre ellos, de forma que, al no tocarse, evita el contraste de temperaturas del exterior y el interior de nuestra vivienda, limitando así la condensación que se produce por este fenómeno.
En mi caso, me ofrecieron también la posibilidad de tener perfiles bicolor, de manera que pude cumplir con la normativa de la comunidad de vecinos por el exterior pero optar por un color blanco que iba mejor con mi decoración en el interior de las puertas de aluminio. En definitiva, todo un acierto.