El desgaste de las viviendas es continuo, y es normal encontrarse con situaciones en las que las casas o los pisos necesitan importantes reparaciones. De hecho, a los veinte años una vivienda empieza a quedarse antigua en varios puntos importantes, y esto muestra la importancia del mantenimiento de las viviendas.
Como decíamos, en veinte años pueden pasar muchas cosas, desde cambios políticos a fuertes lluvias que desgastan los tejados y las ventanas. Mencionamos estos dos puntos porque son de los más importantes a la hora de aislar cualquier vivienda. El aislamiento es imprescindible para una vida cómoda, ya que estar protegidos de la intemperie es una de las razones por las que nos ponemos bajo techo.
Hablando de techos, en el artículo de hoy vamos a hablar sobre los tejados, en concreto sobre los diferentes tipos de tejas que se pueden poner en una vivienda. Es importante saber diferenciarlas, ya que las característica y la durabilidad es diferente, y es bastante útil conocer los tipos de tejas para conocer cuál elegir en cada caso.
Variedades para hacerte dudar
Empezaremos hablando de las tejas de asfalto, que se componen de asfalto, arena y fibra de vidrio. Suelen ser una opción siempre acertada, gracias a su precio económico y facilidad de colocación y reemplazo. Este tipo de teja es impermeable, resistente al fuego y a los fuertes vientos. Además, destacan por su capacidad de refracción y absorción del calor. Este tipo de teja está disponible en varios colores, espesores y diseños, lo que las convierte en una opción muy versátil.
Tejas de fibrocemento está compuesta por una chapa de forma ondulada fabricada con cemento y fibras mineralizadas que imita la teja tradicional. Existen varios modelos, de diferente forma, color y textura. Son muy baratas y livianas. Con los años se han ido quedando obsoletas por su baja resistencia a los cambios de tiempo, aunque su bajo precio y su mayor rendimiento adquirido en los últimos años hace que sigan siendo una opción interesante.
Una opción muy común son las tejas de arcilla, estas son las tejas clásicas que vemos en la mayoría de casas. Este tipo de teja es de fácil fabricación y precio bajo. Aunque son resistentes, impermeables y no necesitan mantenimiento, en condiciones ambientales más extremas, como el granizo, helada o deshielo son bastante frágiles y se pueden romper fácilmente. No se aconseja su colocación en lugares en los que haya riesgo de impactos.
Las tejas de madera, se fabrican con maderas duras, como la del cedro, el pino o el abeto. Son muy resistentes a las roturas y aislantes. El tejado de madera es ecológico al no estar sometido a procesos industriales, por lo que es la mejor opción para la llamada bioconstrucción. Este tipo de teja es muy adecuado para ciudades con climas fríos, bosques y montañas, en los que su apariencia rústica y rural encaja perfectamente. A la hora de elegir esta teja hay que tener en cuenta que, a pesar de ser muy duradera, es inflamable y requiere mantenimiento y revisión periódica.
Tejas de acero y de cobre, ambos tipos de teja se caracterizan por su resistencia a la humedad, al fuego, a los cambios bruscos de temperatura, al granizo, a la lluvia e incluso a los movimientos sísmicos. Son tejas livianas, con uniones herméticas, fáciles de colocar y reemplazar, ideales para cubrir tejados con forma compleja e irregular. La principal diferencia entre ambas, es que las de cobre son bastante más caras. Esto es debido a que no se oxidan, son reciclables, muy estéticas y decorativas y mantienen un excelente nivel de calidad a lo largo de los años.
Por último, las tejas de pizarra están hechas a partir de rocas. Es uno de los materiales más caros del mercado. Sin embargo, es uno de los tipos de tejado más duraderos que existen. Se trata de una teja muy versátil que se adapta a cualquier tipo de superficie y ambiente, aunque se considera especialmente adecuada para climas extremos, con mucha nieve y lluvia. Las tejas de pizarra son muy valoradas por su estética natural, la no necesidad de mantenimiento y su resistencia.
En cualquier caso, para la instalación de cualquiera de estas coberturas debe de contarse con instaladores especialistas, como es el caso de Cubiertas Estévez, una empresa de Madrid con una amplia experiencia en construcción y reforma de cubiertas y tejados en mal estado de edificios de particulares o empresas.