Nos ha tocado vivir en una época de importantes cambios en lo que respecta a nuestra forma de conocer y de entender el planeta y el mundo que nos rodea. A simple vista puede parecer que sea una época más de cambio, como lo supuso la revolución industrial o la llegada del hombre a la luna, sin embargo, lo cierto es que en esta ocasión no hay vuelta atrás y este proceso de reconversión que estamos viviendo en la actualidad nos marcará nuestro futuro en la Tierra.
Hablamos de la digitalización, uno de los procesos que más cambios está generando y que nos sirve para poder avanzar como civilización, de una forma mucho más rápida y precisa. A efectos de a pie, esto supone que podamos conectarnos con cualquier persona, con independencia del lugar del mundo en el que se encuentre, así como ha conseguido democratizar el acceso a la información y es que en la actualidad ya podemos consultar noticias de cualquier medio del planeta, así como también leer diversas fuentes, a fin de crearnos nuestra propia opinión, sin embargo, esto va mucho más allá, así que permaneced atentos que os lo contamos.
Hasta hace no muchos años todos nos conectábamos vía telefonía fija, mediante escritos enviados por fax o, directamente, por carta. Unos mecanismos que, en muchos casos, tardaban en llegar a su destinatario y, en más aún, llegaban distorsionados o, directamente, ilegibles. En la actualidad, todo eso ya forma parte del pasado y gracias al avance de las tecnologías, en pocos segundos podemos realizar videollamadas, enviar informes o lo que necesitemos, a través de la red. Unos avances que, tal y como os hemos avanzado, hacen que en nuestro día a día, todo sea mucho más fácil y cómodo, sin embargo, no son las únicas ventajas que tiene, ya que para la seguridad mundial y para los intercambios de informaciones, así como para el correcto avance como sociedad, también juega un papel fundamental.
En Niko & klaus son conscientes de todo el potencial que nos puede dar el avance que estamos viviendo como sociedad y, por ello, se adelantaron a la inmensa mayoría de agencias para poder ofrecer a sus clientes los servicios digitales más punteros del mercado, por lo que ellos se están convirtiendo, por méritos propios, en precursores del futuro, un futuro tecnológico en el que elementos como el papel, ya solo pasarán a formar parte de los recuerdos de los más ancianos del lugar.
Que esto ocurra a medio plazo no es una locura y es que la digitalización y la industria 4.0 serán capaces de llegar a bajar los costes de fabricación hasta un 20% según los estudios realizados por Eurecat. Esto se debe a que, según las previsiones del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Fabricación y Automatización, en el caso de que adoptemos la digitalización, un hecho del que vamos camino de conseguir, llegaremos a un nuevo modelo de industria, la 4.0, la cual tiene como principal novedad que introduzcamos las nuevas tecnologías, las más punteras, en todas las fábricas, lo cual supondrá que los costes de fabricación globales se puedan ver reducidos en porcentajes que oscilan entre el 10% y el 20%, sin duda, una cifra más que significativa, sobre todo, para los grandes empresarios, que son quienes más invierten más dinero a la hora de crear sus productos.
Pero no solo la digitalización beneficia a la industria, sino que también a los gobiernos ya que, de esta forma, mediante complejos sistemas de programación se pueden olvidar de comprobar todos los datos de sus ciudadanos de forma manual, para dejarlo en manos de procesadores de última tecnología, los cuales almacenen y formulen, todas aquellas necesidades impositivas que deban de hacer para evitar el fraude.
La inteligencia artificial, el siguiente paso a la digitalización
Hoy en día ya está muy de moda hablar de la inteligencia artificial, sin embargo, muchos de nosotros todavía no somos conscientes de las utilidades que, desarrolladas de forma correcta, nos puede llegar a ofrecer. Las inteligencias artificiales pueden servirnos de gran ayuda para evitar catástrofes o para hacer más cómodo nuestro día a día, sin embargo, la realidad es que, de no crearlas bien, nos podríamos encontrar con un problema de seguridad a nivel global. De hecho, hace no mucho tiempo hubo que destruir una inteligencia artificial que, en poco tiempo ya había diseñado y aprendido un lenguaje propio y que, para evitar posibles complicaciones, se optó por desenchufar y darla por destruida.