Los colores dicen mucho de nosotros. Seguro que lo has pensado muchas veces. Ves una persona con ropa negra y en seguida lo asocias a momentos de bajón. Pues así suele ocurrir cuando decidimos pintar nuestras casas, y en concreto las habitaciones. Es la famosa cromoterapia, por la cual muchas instituciones y organismos pintan de manera diferente las paredes de sus recintos.
Todo procede del famoso médico árabe Avicena (980-1037) consideraba el color de vital importancia tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de enfermedades. En su libro El canon de medicina escribió relacionando los colores y las enfermedades: «El color es un síntoma observable de la enfermedad». También desarrolló una tabla que relacionaba el color con la temperatura y la condición física del cuerpo. Su punto de vista era que el rojo movía la sangre, el azul o el blanco la enfriaban, y el amarillo reducía el dolor muscular y la inflamación.
Hoy te vamos a mostrar cómo debes pintar tu casa según tu forma de ser o según lo que esperas del futuro. Toma nota porque nos ponemos en manos de profesionales. Llamamos a la puerta de De Color para que nos cuenten qué tipo de color de pintura debemos usar según nuestro estado o lo que pretendemos encontrar.
Naranja
El color de una estancia puede incluso subir o bajar la temperatura de nuestro cuerpo. Si eres fan del naranja tienes que saber que es este color mezcla la fuerza del rojo y la luminosidad del amarillo. El naranja estimula la digestión y es ideal para el comedor. Y ojo porque puede ayudar a lidiar con pérdidas emocionales y problemas de introversión, así como tratar el asma, mejorar problemas de calambres, dolor de ligamentos, reumas, artritis y espasmos intestinales.
Blanco
Del blanco está todo dicho. Es el color que potencia la luz natural y proporciona amplitud. Su frialdad se debe matizar con detalles cálidos. Sirve para «Purificar» el cuerpo y generar paz y confort. Muchas habitaciones y cocinas están de este color, aunque es cierto que en la época moderna siempre se le da un matiz.
Azul
El azul transmite tranquilidad y es ideal para descansar. Aquí tiene en el parquet su naranja complementario. Así que si lo que quieres es tener un sueño tranquilo porque tienes problemas para dormir, lo que tienes que hacer es darlo un toque de azul. Por este motivo en la mayoría de los hospitales y de residencias para ancianos es el color que predomina.
Amarillo
Es un color cálido y puede ayudar a subir la temperatura de nuestro cuerpo. Por eso es adecuado en baños. De este color dicen que puede ejorar la concentración, los reflejos y estimular el cerebro. Ayudar con problemas de depresión, digestión, estreñimiento, inflamación del abdomen, reumatismo, problemas en el hígado, la vesícula biliar y el páncreas. No se recomendaría para personas con irritabilidad. En el baño deben predominar los colores que aporten amplitud y claridad como beiges, vainillas, celestes o verdes agua. También los azules más intensos, que crean un clima acogedor y relajado.
Por último tienes que saber que si tu casa tiene mucha luz natural puedes elegir colores más fuertes para las paredes. El violeta es ideal para las habitaciones de niñas. Así nos olvidamos del famoso rosa para chicas y azul para niños.
Trucos naturales
Luego está la perspectiva. En este caso la gente de De Color es experta en hacernos sacar el máximo rendimiento a las estancias. Lo hacen con algunos conceptos muy curiosos. Por ejemplo si crees que la habitación es más pequeña de lo que piensas, pues puedes ganar profundidad pintando la pared del fondo de un color algo más oscuro que el resto de paredes.
Si quieres darle más estabilidad, pues en el suelo oscuro tienes que combinarlo con paredes y techos claros da estabilidad. Si tu problema es que tienes el techo bajo, pues la opción que nos dan es pintar el techo de un color oscuro hace que este parezca más bajo.
Si lo que queremos es ensanchar la habitación pues lo haces con el techo y el suelo más oscuro que las paredes, el espacio se ensancha. Y si lo que quieres es gana altura, pues la solución es pintar las paredes oscuras y techo y suelo claros: el espacio se percibe estrecho y alto. Por último, si sufres en tu casa el efecto túnel, vamos que piensas que vives en una cueva, lo que tienes que hacer es no usar tonos oscuros y no pintar así espacios domésticos.
Ahora ya sabes un poco más sobre estos aspectos. La próxima vez que vayas a pintar tu casa tienes que tener en cuenta estas situaciones, y sobre todo, ponerte en manos de profesionales que te dirán lo que tienes que hacer.