Vivimos en un mundo con tantísimos estímulos externos que nuestros ojos captan una cantidad de información apabullante. Sin embargo, se ha demostrado que solo puedes conseguir la atención de una persona durante los primeros cinco segundos. Es decir, tan solo vas a disponer de cinco segundos reales para que una persona decida prestarte su atención… o no (ya sea una conversación o, incluso, venderle un producto). SOLO cinco segundos. ¡Eso no es nada!