Vivir en una comunidad de vecinos a medio construir puede ser de todo menos motivador y aunque reconozco que no hay muchas personas que vivan una situación similar, tal vez haya algunos consejos que se puedan adaptar a otras comunidades vecinales más tradicionales así que voy a contaros un poco mi experiencia. Compré una vivienda sobre plano a una cooperativa que, como tantas otras, no podía terminar la obra que se había propuesto. Sin embargo, y que conste que no pretendo alabar a nadie, esta cooperativa intentó cumplir todo lo que pudo con los compradores que habíamos invertido nuestro dinero en ellos y, a pesar de que no construyo el complejo de la urbanización sí acabó el edificio y valló el recinto. Esto provocó que durante varios años nuestra vivienda haya estado ubicada en medio de un terreno abrupto rodeado por una valla metálica muy parecida a la que usan los obreros en las obras.