Al salir de la universidad un grupo de compañeros de varias carreras, entre ellas derecho, economía y matemáticas, decidimos sentarnos para pensar en un negocio en el que invertir nuestro tiempo libre. Esto fue debido a que todos nuestros trabajos eran precarios, o no eran lo suficientemente motivadores para poder hacer carrera en la empresa. Esto que os comento hará unos ocho años, allá por el año dos mil nueve, cuando la crisis económica estaba en todo su esplendor, y cuando los bancos no daban dinero. Ante esta situación lo fácil sería dejar de lado todo proyecto de emprendimiento para seguir trabajando en un puesto fijo, con un sueldo fijo y una estabilidad cuestionable.